Tratamiento de aguas residuales.
El tratamiento de aguas residuales es el proceso de
convertir las aguas de desecho, o sea, agua que ya no se necesita o no puede
usarse más, en agua limpia que pueda regresarse al ambiente. Las aguas de
desecho son el resultado de actividades humanas (como bañarse, usar el inodoro,
lavar trastes y ropa) y también de fenómenos naturales, como los escurrimientos
de lluvia. El agua resultante está llena de bacterias, químicos nocivos y
toxinas. El objetivo del tratamiento es reducir este número de contaminantes a
niveles aceptables para poder devolver el agua a ríos y mares. Existen dos
tipos de plantas de tratamiento de agua. Las plantas de tratamiento físico o
químico y las plantas de tratamiento biológico. Las primeras utilizan
reacciones químicas y procesos físicos para tratar las aguas de desecho. Las
segundas, en cambio, utilizan materiales biológicos y bacterias capaces de
deshacer los contaminantes en el agua.
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